miércoles, 28 de junio de 2017

~ Reflexión Evangelio del miércoles 28 de junio de 2017 ~

Lectura del santo evangelio según san Mateo (7,15-20)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuidado con los falsos profetas; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. A ver, ¿acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Los árboles sanos dan frutos buenos; los árboles dañados dan frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis.

Reflexión 
Diferenciar entre lo bueno y lo malo no es fácil, pero Jesús nos da una clave muy importante: Debemos fijarnos en los frutos que producen nuestros actos y los de los demás. Animándonos siempre a alejarnos de las palabras vacías y juicios superficiales.
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Por ejemplo, la propia vida de Cristo, vista de una forma superficial por una persona que no tiene los ojos de la fe y que no conoce a Jesús, puede incluso ser un fracaso. Lo mataron, no se defendió, le fallaron los Apóstoles, lo traicionaron... 
Pero, si lo piensas en mayor profundidad, ¿cuáles son los frutos que ha producido el paso de Jesús por el mundo? 
Nos ha abierto una puerta al cielo, nos ha demostrado que Dios está cerca y que debemos hablarle con confianza y cercanía, como quien habla a un amigo, fundó con Pedro la primera piedra de la Iglesia y hoy en día somos tantas las personas que ,a lo largo de todo el mundo, la conformamos. Nos enseñó el valor del perdón, del amor y del prójimo. Venció a la muerte y nos dio vida eterna. 
Esta semilla se ha extendido a través de los siglos, ha crecido y sigue creciendo. Y por mucho que lo hayan intentado, todavía es una vela que ilumina al mundo y que no conseguirán apagar. Dios es el corazón del planeta, y nunca dejará de latir por nosotros.
Él es mejor árbol al que nos podamos aproximar y ser ramas que den frutos buenos.  

Señor mío, acepta como ofrenda los humildes frutos de nuestras vidas, que a través de ellos seamos capaces de honrar tu nombre y seamos ramas que crezcan con decisión y fuerza.

lunes, 26 de junio de 2017

~ Reflexión Evangelio del lunes 26 de junio de 2017 ~

Resultado de imagen de quien este libre de culpa que tire la primera piedraLectura del santo evangelio según san Mateo (7,1-5)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No juzguéis y no os juzgarán; porque os van a juzgar como juzguéis vosotros, y la medida que uséis, la usarán con vosotros. ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Déjame que te saque la mota del ojo”, teniendo una viga en el tuyo? Hipócrita; sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano.»

Reflexión
El Señor hoy nos da un gran ejemplo de sabiduría, y al mismo tiempo, nos habla de algo complicado para nosotros como seres humanos. No juzgar, para no ser juzgados. 
¿Pero cuántos juicios emitimos a lo largo del día? ¿Cuántas veces pensamos lo mal que está eso que está haciendo esa persona? ¿Quién es malo, quién es bueno? 
No somos nosotros los que debemos juzgar. Porque todos somos pecadores, todos cometemos errores y, no podemos criticar la joroba del prójimo sin mirar la nuestra. 
No conocemos la vida de la otra persona, no sabemos sus sentimientos, sus experiencias, sus creencias... El contexto de la vida es tan extenso, que un hecho no puede ser usado para etiquetar. Es otra de las grandes tendencias humanas, clasificar. Es la única forma que tenemos de entender en la realidad. Y a lo largo del día, cada vez que tenemos enfrente una nueva persona, inconscientemente estamos analizándole. 
El problema es que las apariencias engañan, y solo nos dan una visión parcial de la realidad. 

Piensa en la respuesta a la siguiente situación: 
Entras a un cuarto, y encuentras a Romeo y Julieta muertos en el suelo, con agua y cristales rotos a su alrededor. ¿Qué pasó?

Imagen relacionada¿Lo has hecho? Al final de esta reflexión te diré la respuesta. 

Las personas tenemos nuestras cosas buenas y nuestras cosas malas. Todo el mundo es así. Unos alimentan más un lado y otros alimentan más otro. Pero todos dejan una parte suya en nuestro camino. No debemos parcelar nuestra visión de los demás y, en último caso, nuestra opinión debe ir en una dirección constructiva y no destructiva. Puesto que esta última está vacía y es inútil. Y sobre todas las cosas, no debemos olvidar que el único que es capaz de juzgar de forma verdaderamente justa es el Señor, porque solo Él conoce por completo la vida de cada uno, más que nosotros mismos. Por ello, es capaz de ser misericordioso. Todo ello, manteniendo siempre una actitud crítica con uno mismo y reflexionando sobre nuestros actos. También nos equivocamos, y también a nosotros nos tienen que entender. 

Si a la pregunta anterior respondiste que se envenenaron juntos, que murieron ahogados, o alguna respuesta similar, te has dejado guiar por la visión parcial de la realidad y por tus ideas preconcebidas. Realmente, Romeo y Julieta son dos peces, la pecera cayó del lugar donde estaba colocada y se rompió, provocando la muerte de ambos peces. Así mismo es la vida. No podemos aventurarnos a imaginar una historia a partir de las apariencias. 

Señor, danos la capacidad de controlar nuestra tendencia a juzgar al prójimo y, que en su lugar, analicemos nuestra forma de ser y cambiemos aquello que provoca malestar o hace daño a los demás. Solo tú, solo tú tienes la capacidad para juzgar, como pastor de este rebaño. 

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~ Reflexión Evangelio del domingo 25 de junio de 2017 ~


Resultado de imagen de no tengas miedo jesusLectura del santo evangelio según san Mateo (10,26-33)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «No tengáis miedo a los hombres, porque nada hay cubierto que no llegue a descubrirse; nada hay escondido que no llegue a saberse. Lo que os digo de noche decidlo en pleno día, y lo que escuchéis al oído pregonadlo desde la azotea. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No, temed al que puede destruir con el fuego alma y cuerpo. ¿No se venden un par de gorriones por unos cuartos? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo; no hay comparación entre vosotros y los gorriones. Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo.»


Reflexión
A lo largo del Evangelio, Jesús nos repite en varias ocasiones <<No temáis>>, <<No tengáis miedo>>. Porque la imagen de Dios a lo largo de la historia ha sido representada con temor, como si Él nos castigara, nos enviara los males del mundo, nos cobrara las cosas que hacemos mal. Hay quien usa mortificaciones para castigarse por sus pecados.
Pero según mi forma de ver al Señor y de entender su mensaje, ¿realmente cómo podemos llegar a pensar que eso es lo que Él quiere de nosotros con todo lo que nos ama? Las pruebas que nos pone la vida no son enviadas por Dios, por el contrario, Dios está a nuestro lado durante esas pruebas, nos apoya, nos levanta y nos da fuerzas. Quiere que tengamos tranquilidad, confianza y abandono. Porque todo lo que dejemos en sus manos, va a estar bien. Siempre va a estar bien. Aunque no entendamos por qué pasan ciertas cosas, es por un bien mayor para nosotros. Ese es el mensaje que Jesús, en el Evangelio de hoy, intenta transmitir.
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Tampoco debemos tener miedo de aquellos que rechazan a los que le seguimos, pues podrán matar nuestros cuerpos, pero no nuestra fe. A la semilla que el Señor puso en el mundo le han salido raíces tan fuertes, que ha crecido como una bella flor en medio de un mundo de guerras, de intereses, de conflictos... Ha estado viva a través de los tiempos y, por mucho que lo intenten, jamás podrán arrancar sus raíces.
Ese es nuestro Dios. Luz y amor, no temor y miedo. 
Jesús termina este pasaje añadiendo: “Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y sí uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo”. Que se note que somos de Cristo. Que se vea en el brillo de nuestros ojos y en nuestras vidas. Que los demás lo noten no por nuestras palabras, sino por nuestros actos. Siempre con Cristo en el corazón y en nuestra alma. Y nuestra mejor herramienta, el amor. 
Un sí a Cristo, es un sí a la vida eterna, un sí al amor, un sí a la vida, un sí a la luz, un sí a la alegría de espíritu, un sí a abrazar este mundo, un sí a entregarnos a nuestros hermanos, un sí a dar sin pensar en recibir, un sí a mantener la mirada siempre puesta en el cielo y no en lo terrenal, un sí a elevar nuestro corazón hacia Dios.
¿Y cuál es tu respuesta? ¿Te atreves a decir si? 

No dejes que se oxide el hierro que hay en ti. 
Haz que, en vez de lástima, te tengan respeto. 
Cuando por los años no puedas correr, trota. 
Cuando no puedas trotar, camina. 
Cuando no puedas caminar, usa el bastón. 
Pero nunca te detengas. 
¡Sigue adelante!

Santa Teresa de Calcuta. 

sábado, 24 de junio de 2017

~ Reflexión Evangelio del sábado 24 de junio de 2017 ~

Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,57-66.80)
A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban. A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. 
La madre intervino diciendo: «¡No! Se va a llamar Juan.»
Le replicaron: «Ninguno de tus parientes se llama así.»
Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre.» Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios.
Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: «¿Qué va a ser este niño?» Porque la mano del Señor estaba con él. El niño iba creciendo, y su carácter se afianzaba; vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel.

Reflexión
Hoy celebramos el nacimiento de San Juan Bautista, hijo de Zacarías e Isabel, ambos ancianos. Su vida fue testimonio de los milagros que el Señor es capaz de hacer.  
El ángel les había encargado llamarle Juan y sería el Precursor, que anunciaría la llegada de Cristo. Creció siendo muy cercano a Dios, predicaba y bautizaba en aguas del Jordán. 
Los dos mensajes principales que componían su predicación, eran, por una parte, el reconocimiento de los pecados, necesario para ser capaz de cambiar y, en segundo lugar, la necesidad de conversión, modificando los estilos de vida para estar más cerca de Dios. 
Imagen relacionadaLa hija de Herodes, pidió a su padre que matará a Juan Bautista, aconsejada por su madre. Debido a la promesa que Herodes había hecho, no le quedó más remedio y así lo hizo. 
Juan Bautista fue testigo de la verdad hasta el último de sus días. 
Su vida nos enseña muchas cosas. Entre ellas, a cumplir con la misión que adquirimos tras ser bautizados, viviendo de acuerdo a la palabra de Cristo, transmitiendo su verdad a aquellos que no la conocen y, a ser miembros activos de la Iglesia. 
Reconocer a Jesús como el pilar fundamental de nuestra vida y entender la unión que se produce cuando lo recibimos en la Eucaristía. Destaca la importancia del arrepentimiento y de la conversión. Hacer un buen examen de conciencia nos ayudará a experimentar esa verdadera conversión, pues analizaremos nuestro comportamiento ante los demás y ante Dios. Ésto nos hará capaces de enmendarlos. 

Señor, te pedimos que, igual que San Juan Bautista, nosotros también seamos capaces de comprender y cumplir la misión que nos encomendaste el día de nuestro bautismo. Danos fuerza para seguir trabajando en ella, y así estar también cada día un poco más cerca de ti. 

Puedes elegir vivir sin creer en los milagros, o puedes pensar que tú ya eres un milagro. Como la propia vida de Juan Bautista. El mundo nos necesita, a cada uno de nosotros, tal y como somos. Seamos comprometidos con esta causa hasta el final. 

jueves, 22 de junio de 2017

~ Reflexión Evangelio del jueves 22 de junio de 2017 ~

Lectura del santo evangelio según san Mateo (6,7-15)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes que lo pidáis. Vosotros rezad así: "Padre nuestro del cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy el pan nuestro de cada día, perdónanos nuestras ofensas, pues nosotros hemos perdonado a los que nos han ofendido, no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del Maligno." Porque si perdonáis a los demás sus culpas, también vuestro Padre del cielo os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas.»

Reflexión
Jesús hoy nos enseña la forma de orar. La oración debe ser un medio para acercarnos a Él, para hablar con Él, para demostrar nuestro agradecimiento o para poner en sus manos nuestras preocupaciones y nuestras tribulaciones. 
Pero no debemos hacer una oración superficial, extensa o llena de palabras. La mejor oración es la que nace desde el fondo de nuestro corazón, con humildad. 
Resultado de imagen de padrenuestroEl Señor no se fija en las flores que adornan el altar, el oro que recubre las iglesias, la majestuosidad de las vestimentas de nuestras imágenes. Si bien es cierto, el objetivo de todos estos elementos es ayudar a la concentración, no es ahí donde vamos a encontrar a Dios. Para hablar con Él solo hay que encontrar un sitio cómodo, íntimo, cerrar los ojos y sentirlo presente, como un amigo que se sienta a nuestro lado. 
Jesús nos enseñó el Padrenuestro, que es nuestra oración por excelencia puesto que nos impulsa a dejar de mirar solo hacía nosotros, y dirigir nuestra atención a Dios y a nuestros hermanos. 
Analicemos un poco su contenido para, a partir de ahora, rezarla con más consciencia: 
1. Saludamos al Padre. 
Padre nuestro que estás en los cielos... Empezamos reconociéndolo como nuestro Padre, y nuestro, porque es Padre de Jesús, tuyo, mío y de todos los cristianos. Es una forma de reconocer que somos conocedores de su palabra de amor. 
Y que está en los cielos, en los corazones de todas las personas, en cada fragmento de vida que hay en ti, en cada suspiro que espiras al día. Ahí tienes al Señor. Escuchándote. Acogiéndote. Amándote. 

2. Las siete peticiones. 
Que realizamos tras ponernos con un corazón entregado en manos de Dios. 
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- Santificado sea tu nombre. Expresamos nuestro deseo de que todo el mundo descubra el amor de Dios. Que la tierra entera sea testigo de su grandeza y de los milagros que nos regala cada día. Así como que nosotros seamos capaces de honrarlo con nuestra vida. 

- Venga a nosotros tu reino. Pedimos que el Señor esté en nosotros para que seamos capaces de acercarlo a los demás y de que se manifieste en nuestros actos. Queremos que el reino de Dios crezca y que al final de los tiempos nos reciba en la vida eterna. 

- Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Las decisiones del Señor siempre serán las mejores para nosotros aunque no podamos entenderlo, porque no vemos los hilos desde aquí abajo. Esta parte nos infunde confianza en que podemos dejar nuestra vida en sus manos. 

- Danos hoy nuestro pan de cada día. El pan es el alimento de vida y salvación porque Jesús se quedó en él. Es el pan que alimenta nuestra fe y que satisface las necesidades de nuestra alma. Quien come del pan del Señor, nunca más vuelve a tener hambre.

- Perdona nuestras ofensas como nosotros también perdonamos a los que nos ofenden. Todos los días hacemos cosas que ofenden a Dios, y por ello, pedimos perdón y, si lo hacemos con verdadero arrepentimiento, Él lo olvida. Pero si nosotros no somos capaces de perdonar a los demás, cómo podemos esperar que nos perdonen a nosotros. Tenemos una memoria muy frágil para lo que recibimos pero muy profunda para cuando nos hacen daño. El orgullo nos aleja de Dios y de nuestros hermanos. No nos corresponde a nosotros juzgar ninguna de las decisiones que toman los demás. 

- No nos dejes caer en la tentación. La tentación es el camino que nos lleva lejos de Dios, que nos hace pecar y hacer sufrir a los demás. Nuestro mundo está lleno de tentaciones que nos querrán arrastrar a ese abismo de egoísmo y materialismo. Solo con la luz del Señor y del Espíritu Santo, podremos mantenernos fuertes en nuestra fe. 

- Y líbranos del mal. Le rogamos nos aleje del mal que habita en nuestro mundo para estar en gracia y seguir los pasos de Jesús. El sufrimiento, la oscuridad, la enfermedad... Señor líbranos de todo mal. 

El Padrenuestro es una oración para hacerla en familia, en conjunto, en comunidad. Porque nos une y compromete con nuestros hermanos. A partir de ahora, en la eucaristía, toma la mano de las personas que estén contigo en signo de fraternidad, para que alcance con mucha más fuerza al Señor. 

Que nuestro Padre del cielo nos ayude a entender a los demás y perdonarnos de corazón, a orar con sinceridad y convertir nuestra vida en testimonio de esa oración, puesto que sino es solo una cáscara vacía. 

"No digas Padre, si cada día no te portas como un hijo.
No digas nuestro, si vives aislado en tu egoísmo.
No digas que estás en el cielo, si sólo piensas en las cosas terrenas.
No digas santificado sea tu nombre, si no lo honras.
No digas venga a nosotros tu reino, si lo confundes con el éxito material.
No digas hágase tu voluntad, si no la aceptas cuando es dolorosa.
No digas danos hoy nuestro pan de cada día, si teniéndolo tú, no te preocupas por la gente sin vivienda, sin medios,....
No digas perdona nuestras ofensas, si guardas rencor a tu hermano.
No digas no nos dejes caer en la tentación, si tienes la intención de seguir pecando.
No digas líbranos del mal, si no tomas parte activa contra el mal.
No digas amén, si no has tomado en serio las palabras del Padre Nuestro."

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miércoles, 21 de junio de 2017

~ Reflexión Evangelio del miércoles 21 de junio de 2017 ~

Resultado de imagen de cristo amigoLectura del santo evangelio según san Mateo (6,1-6.16-18)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará. Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.»

Reflexión
El ayuno, la limosna, la oración, son alguno de los elementos que se engloban dentro de nuestra religión, sin embargo, como Jesús nos conoce y sabe cómo somos, nos recuerda que de nada sirve perderse en el cumplimiento de una lista de preceptos, cuando éstos no se hacen de corazón. La buena obra de misericordia es aquella que se hace sin grandes ornamentos, aquella que se hace por amor. Donde la mayor recompensa se encuentra en la felicidad de la otra persona más que en el reconocimiento de aquellos que observan nuestras actuaciones. Porque desde arriba, Dios tiene una visión directa y completa de todos nosotros, hasta el último pelo de nuestra cabeza Él ya lo conoce. Por lo que aunque hagamos las cosas en silencio, será una alabanza fuerte de amor para Él. 
Resultado de imagen de mascaras sociedadLo importante es ver al Señor en nuestros actos y en nuestro camino. 
Este mensaje es ideal para nuestra sociedad, que vive siempre escondida detrás de máscaras cuando, muchas veces, no se corresponde la apariencia con la realidad interna. 
Una de las virtudes de un cristiano debe ser la coherencia, entre lo que cree, lo que siente, lo que hace, lo que piensa... 
No seamos cristianos de apariencia, sino de corazón. 
Jesús nunca cuidó la apariencia, siempre se mostró sin caretas y, aunque eso lo llevó a la cruz, Él no tenía miedo a amar y ojalá nosotros tampoco lo tuviéramos. 

Señor, ayúdanos a vivir sin miedo, sin máscaras y corazas. Cerca de los demás. Y que todo aquello que hagamos sea con consciencia y sinceridad. Igual que tú nos amaste hasta el extremo de entregarnos tu vida en la cruz y defendías las enseñanzas del Padre por encima de todas las pruebas. 

martes, 20 de junio de 2017

~ Él murió por ti ~


En la Cruz, moriste por amor, no bastó dolor y humillación, como flor que alguien pisoteó quedaste tú por mí, por amor. 

~ Reflexión Evangelio del martes 20 de junio de 2017 ~

Resultado de imagen de cristo es amorLectura del santo evangelio según san Mateo (5,43-48)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo” y aborrecerás a tu enemigo. Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.» 

Reflexión
Y después de este tiempo de desconexión, estoy feliz de volver a estar por aquí reflexionando la palabra del Señor. Hoy el Evangelio nos habla del amor, esa palabra de 4 letras tan simple y que engloba tras ella un dimensión tan extensa. 
Para dar testimonio de nuestra fe, la mejor forma no son las palabras, sino amar a los demás, con un amor como el que nosotros recibimos de Dios. Puro, auténtico, sincero. En entrega. No es un amor interesado, que espere algo a cambio, que busque una recompensa por un favor. Ese no es el tipo de amor que el mundo necesita. 
En la primera lectura del Apóstol San Pablo a los Corintios, lo describe de una forma que a mi personalmente me encanta: 

Resultado de imagen de jesus es amor<<Hermanos: Ambicionad los carismas mejores. Y aún os voy a mostrar un camino mejor. Ya podría yo hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles; si no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o unos platillos que aturden. Ya podría tener el don de predicción y conocer todos los secretos y todo el saber; podría tener una fe como para mover montañas; si no tengo amor, no soy nada. Podría repartir en limosnas todo lo que tengo y aun dejarme quemar vivo; si no tengo amor, de nada me sirve. El amor es comprensivo, el amor es servicial y no tiene envidia; el amor no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita, no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El amor no pasa nunca.>>


Se trata de mirar con unos ojos que vayan más allá de lo superficial. Y, Jesús sabe llegar tan bien a las personas que nos propone un reto. Muchas personas se plantean dentro de los mandamientos, sobre dónde está el límite, es decir, dónde está la línea que divide esto se puede hacer y esto no lo podemos hacer. Sin embargo, su desafío va mucho más allá. No a quedarse en lo mínimo, en buscar el límite que no se debe atravesar, sino a dar lo mejor de nosotros mismos. Nuestra mirada debe buscar horizontes más lejanos que con la ayuda del Señor podemos alcanzar y que nos ayudará a estar cada día más cerca de Él. Me atrevería a decir que cuanto más entregues de ti a los demás, más cerca estás de Jesús. Puesto que esa es la misión que nos dejó antes de marcharse, en su único mandamiento. 
Es difícil, es cierto, la mayoría podemos más o menos saber amar a las personas que están cerca de nosotros, pero, ¿y qué pasa con aquellos que hacen daño? ¿Y con aquellos que matan a inocentes? ¿Que abusan de los niños? 
Es verdaderamente complicado, Él lo hizo, pidió perdón para los que lo clavaron en la cruz. ¿Qué mayor crueldad que esa? 
Quizás podríamos empezar por incluir en nuestras oraciones a las personas que han perdido el camino para que encuentren la forma de regresar a la casa del Padre y ser nosotros perdón y amor con las personas cercanas. No olvidemos que todos nos equivocamos y que un día también a nosotros nos tendrán que perdonar. 
Que sea el amor el mayor alimento de nuestras vidas y el motor que nos impulse a seguir. 

Hoy elevo en mis oraciones al Señor el deseo de que nos enseñe a amar con un corazón verdadero, desde el fondo de nuestro ser, tanto a las personas que nos aman como a las que nos hacen daño. Y que nos ayude a perdonar, a creer, a esperar, a dar, a entregarnos., como Él lo hace por nosotros Estoy convencida que son los valores que se necesitan para empezar a sanar este mundo. 


Gracias Señor por tanto amor, por elegirnos a cada uno de nosotros a pesar de nuestros defectos y entregar tu vida por nuestra salvación. 


martes, 13 de junio de 2017

~ Comunicado ~

Debido a que estoy en época de exámenes, no habrá nuevas publicaciones hasta el 19 de junio. 

Muchas gracias. 

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domingo, 11 de junio de 2017

~ Reflexión Evangelio del domingo 11 de junio de 2017 ~

Lectura del santo evangelio según san Juan (3,16-18)
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.

Reflexión
Hoy dedicamos el domingo a la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo. 
Resultado de imagen de trinidad santaTanto ama Dios al mundo, que encarnó a su hijo en un ser como nosotros y vivió una vida terrenal como la nuestra. Sufrió hasta el extremo y entregó su vida por nuestra salvación. 
Y Jesús no vino a saldar deudas, sino que vino a demostrarnos que Dios está vivo, que está cerca de nosotros, tan cerca que incluso ha vivido nuestra vida. Y por ser diferente, por nadar a contracorriente recibió la muerte. 
¿Y cómo podemos encontrarnos con Él? 
Al Señor lo vas conociendo a lo largo de tu vida, de acuerdo con tus vivencias, con las pruebas que tienes que enfrentar, aquellas que eres capaz de superar y las que de alguna forma te terminan marcando. Así se constituye una experiencia de fe, que hará que creas en Él con verdadera confianza. 
Hasta que un día, el Señor te mira a los ojos, sonríe y dice tu nombre. Y entonces sabes que ya nada volverá a ser igual. 

Esta noche, solo quiero pedirte Dios mío que protejas este mundo, que a pesar de los errores y el egoísmo, es tu creación, cúbrelo con tu manto divino y ayúdalo a acercarse más a ti. Gracias por todas las bendiciones que nos regalas y por acompañarnos en nuestro camino. Tú eres nuestro pilar. 

sábado, 10 de junio de 2017

~ Reflexión Evangelio del sábado 10 de junio de 2017 ~


Lectura del santo evangelio según san Marcos (12,38-44)
En aquel tiempo, entre lo que enseñaba Jesús a la gente, dijo: «¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas, con pretexto de largos rezos. Éstos recibirán una sentencia más rigurosa.» 
Estando Jesús sentado enfrente del arca de las ofrendas, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre y echó dos reales. 
Llamando a sus discípulos, les dijo: «Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.»

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Reflexión
El Evangelio de hoy no necesita demasiada explicación, el mensaje del Señor es claro y directo. No es que Él sea un fiscalizador pero nos conoce mejor que nosotros mismos. 
Como cristianos, nuestro objetivo es seguir a Jesús y parecernos a él. Por ello, nos invita a compartir y entregarnos a los demás, que no es lo mismo que dar lo que nos sobra. 
La viuda ofrece todo lo que tiene para ayudar a los demás, sin embargo, los escribas y fariseos, daban los que les sobra para recibir el reconocimiento de los demás. 
Cuando tienes confianza en Él, sabes que aunque entregues la mitad de lo que tienes, si lo haces de corazón, tu generosidad se multiplicará. 
El egoísmo indica apego y, ese apego a lo material, nos separa del amor de Dios. 
Es más importante cultivarnos por dentro, que nuestro exterior. 
Lo que importa no es la cantidad, sino el amor que pongamos en cada cosa que hagamos. 
Más aprecia el Señor un pequeño acto sincero, que grandes cosas sin sentirlas. 

Pidamos al Señor un corazón entregado a los demás, que compartamos no solo lo material, sino nuestro tiempo, nuestro amor y nuestro apoyo. Porque de nada sirve un corazón endurecido y aislado. El servicio te lleva a la felicidad, la alegría, a compartir, crecer y multiplicar tus dones. 




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viernes, 9 de junio de 2017

~ Reflexión Evangelio del viernes 9 de junio de 2017 ~

Lectura del santo evangelio según san Marcos (12,35-37)

En aquel tiempo, mientras enseñaba en el templo, Jesús preguntó: «¿Cómo dicen los escribas que el Mesías es hijo de David? El mismo David, inspirado por el Espíritu Santo, dice: "Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies." Si el mismo David lo llama Señor, ¿cómo puede ser hijo suyo?» 
La gente, que era mucha, disfrutaba escuchándolo.

Reflexión
Resultado de imagen de jesus habla a las personasEn los Evangelios de estos días, daba la sensación de que Jesús estaba en el punto de mira, de ahí que muchos le hicieran preguntas intentando quitarle valor a la palabra del Señor. 
Sin embargo, hoy nos ofrece una visión diferente. Hoy nos ofrece la figura de Jesús que era cercana con el pueblo, con los que más necesitaban de su palabra, con los que querían escucharlo y disfrutaban aprendiendo del Maestro. 
Los Evangelios son para los cristianos del S. XXI como tener una reunión con Jesús. Es nuestra forma de recibir su mensaje. Y cada palabra que está escrita va dirigida exactamente para ti, para mi y para todos nosotros. 
Igual que Él, nosotros también tenemos una misión evangelizadora, aprendamos del Maestro a transmitir la palabra del Padre con esa sencillez y humildad que era característica en su predicación, pero con gran profundidad, conectando siempre lo que creemos con nuestra forma de vida. 
¿Y nosotros? ¿Estamos atentos a las enseñanzas del Señor? ¿Lo escuchamos hablar en nuestra vida? 
¿Que tendrá para decirte hoy? 

Que el Señor nos de la capacidad de hacer que otros conozcan su amor, su entrega en la cruz y sus grandes milagros. Que brillemos como cristianos en medio del mundo, e iluminemos todos los rincones. Siguiendo siempre los pasos de nuestro Maestro. Y pidamos también a Jesús que nos de el don de la escucha, para ser capaz de sentirlo en nuestras vidas, en medio de nuestras ruidosas rutinas. 






jueves, 8 de junio de 2017

~ Reflexión Evangelio del jueves 8 de junio de 2017 ~

Resultado de imagen de amar a dios y al projimo como a ti mismoLectura del santo evangelio según san Mateo (26, 36-42)
En aquel tiempo, se llegó uno de los escribas y le preguntó: «¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?». Jesús le contestó: «El primero es: ‘Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas’. El segundo es: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. No existe otro mandamiento mayor que estos». 
Le dijo el escriba: «Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que Él es único y que no hay otro fuera de Él, y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a si mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios». 
Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: «No estás lejos del Reino de Dios». Y nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas.

Reflexión
El escriba era un maestro de la ley y por ello, estaba interpretando los mandamientos como leyes terrenales y quería saber cuál de todos los mandamientos era el más importante. 
Sin embargo, las leyes del Señor no son los leyes de nuestro mundo y, por eso, Jesús le da una respuesta llena de sabiduría. 
Resultado de imagen de amar a dios y al projimo como a ti mismoDesde la antigüedad eran 10 los mandamientos que se seguían, pero Jesús los resumió en: 
  • Amar a Dios por sobre todas las cosas. 
  • Amar al prójimo como a ti mismo. 
La clave de nuestra fe es el Amor, Dios nos ama y tanto como Él nos ama, quiere que nosotros hagamos lo mismo con nuestros hermanos. A partir de ahí, el resto será consecuencia de esa verdadera entrega al mundo. 
Porque Dios está en nosotros y en los demás. Por eso es un Dios de vivos. El servicio de nuestros hermanos, es el servicio al Señor. En el fondo, son un único mandamiento. 
El prójimo son todas las personas que están cerca de ti, tu familia, tus amigos, las personas que encuentras en las calles... 
No sabemos por lo que están pasando los demás, pero que feliz haríamos al Señor si les regalamos una sonrisa, una palabra de agradecimiento, un reconocimiento de su esfuerzo... Nunca se vaya nadie después de estar con nosotros sin llevar más luz que la que traía. 
Él espera que ablandemos nuestros corazones, que seamos auténticos, que vivamos sin máscaras y con bondad. 
Quizás lo más difícil de este mandamiento, no sea amar a los que nos aman, sino amar a aquellos que nos hacen daño, como Jesús oró por el perdón de aquellos que lo crucificaron. Pero hasta los monstruos necesitan amor. 
Nuestras oraciones tienen que estar enfocadas en esta verdad revelada por el Señor y es mucho más importante que cualquier sacrificio que podamos ofrecer. . 
Nuestra mirada debe ser como la mirada del Señor, que no se queda en la superficie de las personas, sino que profundiza en su realidad. 
Estas son las palabras de Jesús, el primer sacerdote de nuestra Iglesia, Él amó al Padre por encima de todo, incluso de sí mismo, y a nosotros, entregando la vida por nuestra salvación. 
Para Jesús, nadie que ame con un corazón puro está lejos del Señor. 

Roguemos esta noche para que Dios nos de un corazón auténtico, que sea capaz de amar y entregarse sin medida como el mismo Cristo hizo, para así ser con nuestra vida testimonio del amor que nos tiene Dios y estar más cerca de él. 
Allí donde haya discusión, odio, venganza, siembre yo amor. 

"Señor, quiero amarte por sobre todas las cosas, pero Tú sabes cómo me cuesta dejar mi propia manera de pensar y de actuar. Por ello te pido ilumines mi oración para que, creyendo y confiando en Ti, aproveche tu gracia para realmente vivir una caridad universal y delicada."

miércoles, 7 de junio de 2017

~ Reflexión Evangelio del miércoles 7 de junio de 2017 ~

Lectura del santo evangelio según san Marcos (12,18-27)
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos saduceos, de los que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron: «Maestro, Moisés nos dejó escrito: "Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero no hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano." Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos; el segundo se casó con la viuda y murió también sin hijos; lo mismo el tercero; y ninguno de los siete dejó hijos. Por último murió la mujer. Cuando llegue la resurrección y vuelvan a la vida, ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los siete han estado casados con ella.» 

Jesús les respondió: «Estáis equivocados, porque no entendéis la Escritura ni el poder de Dios. Cuando resuciten, ni los hombres ni las mujeres se casarán; serán como ángeles del cielo. Y a propósito de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en el episodio de la zarza, lo que le dijo Dios: "Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob"? No es Dios de muertos, sino de vivos. Estáis muy equivocados.»


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Reflexión
En este nuevo fragmento del Evangelio, de nuevo observamos como, en este caso los saduceos, intentan mediante preguntas absurdas, poner en duda la palabra de Jesús.
Sin embargo, es porque vuelven a mezclar el mundo terrenal con el mundo de Dios, y aunque están unidos no son lo mismo.
Nuestra mente es limitada, cuadriculada, mundana... Para nosotros es imposible comprender lo que resucitar puede significar. Es algo demasiado transcendental, demasiado espiritual.
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Según las palabras de Jesús, no resucitamos de la misma forma en la que estamos ahora, no para volver a cometer los mismos errores.
Pero con la muerte de Cristo en la cruz, venció a la muerte por nosotros, nos demostró que no es el final de la historia, que la muerte es solo una forma de nacer a una nueva vida.
Cuando Él resucitó, los Apóstoles no eran capaces de reconocerlo, y aunque Jesús se dejó tocar por ellos, comió y les enseñó las heridas, su cuerpo no pertenecía solo a la tierra, por ello, vemos que era capaz de atravesar puertas cerradas y aparecerse en lugares diferentes. Cristo se manifestaba como una forma distinta de ser. Y, una vez resucitado, ya no moriría más, la muerte había perdido el dominio sobre él.
Así, el Señor trae la esperanza y la alegría al mundo pues todos aquellos que somos parte de Cristo, también gracias a él hemos vencido a la muerte.
A través de nuestra fe, debemos tener confianza en la palabra del Señor, nos prometió vida eterna y aunque no seamos capaces de imaginarnos cómo será el reino que nos ha preparado, estoy segura que será mucho mejor que nuestras vidas actuales.  Sin sufrimiento, sin dolor, sin enfermedades, sin soledad, con amor, rodeados de luz y de su cálido abrazo, en compañía de todos nuestros seres queridos y en la mejor versión de nosotros mismos.

Pidamos al Señor que nos ilumine para entender su grandiosidad, para entender que desde aquí abajo no podemos ver los hilos que se mueven desde arriba y para tener confianza en que si nos abandonamos al Señor, solo bendiciones vamos a recibir, ya sea en la vida terrenal o en la vida eterna.
Nuestro Dios no es un Dios de muertos, es un Dios de vivos y por eso, está aquí con nosotros, tan cerca como el aire que respiramos. Y nuestros seres queridos fallecidos, viven en él.

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martes, 6 de junio de 2017

~ Reflexión Evangelio del martes 6 de junio de 2017 ~

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Lectura del santo evangelio según san Marcos (12,13-17)
En aquel tiempo, enviaron a Jesús unos fariseos y partidarios de Herodes, para cazarlo con una pregunta. 
Se acercaron y le dijeron: «Maestro, sabemos que eres sincero y que no te importa de nadie; porque no te fijas en lo que la gente sea, sino que enseñas el camino de Dios sinceramente. ¿Es lícito pagar impuesto al César o no? ¿Pagamos o no pagamos?»
Jesús, viendo su hipocresía, les replicó: «¿Por qué intentáis cogerme? Traedme un denario, que lo vea.»
Se lo trajeron. 
Y él les preguntó: «¿De quién es esta cara y esta inscripción?» 
Le contestaron: «Del César.» 
Les replicó: «Lo que es del César pagádselo al César, y lo que es de Dios a Dios.» 
Se quedaron admirados.

Reflexión
<<Lo que es del César pagádselo al César, y lo que es de Dios a Dios.>>. Tan grande era la sabiduría de Jesús, que con una sola frase fue capaz de darle una lección a los fariseos y dentro de ella se engloba un mensaje importante. 
Nuestra fe y nuestra fidelidad a Cristo debe estar presente en todos los ámbitos de nuestra vida, sin embargo, hay determinados aspectos que son totalmente terrenales y que no son parte de Dios. 
El dinero, los bienes, la posesión, el yo, el egoísmo, son elementos bastante mundanos que se alejan profundamente de una vida acorde al Evangelio. 
Mientras que en las monedas está la cara del César, en nosotros está la cara del Señor, nosotros sí somos parte de él, sí le pertenecemos y sí se preocupa de nosotros. 
Resultado de imagen de lo que es del cesar al cesar y lo de dios a diosLa capacidad de discernimiento es también una herramienta importante para no caer en la tentación de constituir a Dios al nivel de nuestros intereses terrenales, cuando los suyos tienen mucha más transcendencia. 
Con esta palabra, Jesús nos quiere enseñar a ser conscientes y entender en nuestras vidas lo que es realmente importante de lo que es superfluo, del valor de nuestros hermanos y el de nuestros bienes, las preocupaciones del mundo y de la misión divina... 
Teniendo claro siempre cuál es la voluntad de Dios, cuál es el camino que quiere que sigamos y teniendo en nuestra vida un espacio destinado únicamente para Él, dejando en sus manos los remos de nuestra barca. 
¿Qué lugar has creado para el Señor en tu vida? ¿Tienes capacidad de discernimiento o has adaptado a Dios a tu vida terrenal?

Que el Señor nos enseñe a tener esa capacidad de diferenciar las cosas materiales y temporales del mundo de las cosas de Dios, que son auténticas e imperecederas. De esta forma aprenderemos a dejar ir, a evitar el apego que siembra el temor en nuestras vidas. Y nacerá el agradecimiento por las verdaderas bendiciones del Señor. 



lunes, 5 de junio de 2017

~ Reflexión Evangelio del lunes 5 de junio de 2017 ~

Lectura del santo evangelio según san Marcos (12,1-12)
En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes, a los escribas y a los ancianos: «Un hombre plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje. A su tiempo, envió un criado a los labradores, para percibir su tanto del fruto de la viña. Ellos lo agarraron, lo apalearon y lo despidieron con las manos vacías. Les envió otro criado; a éste lo insultaron y lo descalabraron. Envió a otro y lo mataron; y a otros muchos los apalearon o los mataron. Le quedaba uno, su hijo querido. Y lo envió el último, pensando que a su hijo lo respetarían. Pero los labradores se dijeron: "Éste es el heredero. Venga, lo matamos, y será nuestra la herencia." Y, agarrándolo, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña. ¿Qué hará el dueño de la viña? Acabará con los labradores y arrendará la viña a otros. ¿No habéis leído aquel texto: "La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente"?»
Intentaron echarle mano, porque veían que la parábola iba por ellos; pero temieron a la gente, y, dejándolo allí, se marcharon.



Reflexión
Esta noche el Señor nos invita a pasear por su viña, que es nuestro mundo. Tras la Ascensión de Jesús, no nos deja solos pero nos convierta en guardianes de su viña. 
A lo largo de la historia, varias son las personas que han aparecido con un corazón especialmente entregado por la causa, y sin embargo, el mundo los ha convertido en mártires. Incluso al Hijo amado de Dios lo han torturado y matado. 
¿Qué tipo de labradores somos nosotros? ¿De los que destruyen el reino o de los que construyen con amor? 
En nuestro día a día, aparecerá un amigo que con su consejo quiera acercarte más a Dios, un guía espiritual que te ayude a que crezca tu fe, un Sacerdote que, desde el perdón, te incite a reflexionar sobre tus errores... Todos ellos son enviados por el Señor para hacernos mejores labradores. Pero, nosotros con nuestras palabras, con nuestras críticas, con nuestros juicios, con nuestros miedos, los herimos o incluso los matamos cuando nos alejamos de ellos. A través de un buen análisis de conciencia, podríamos llegar al origen de nosotros mismos y ver el motivo por el que no somos capaces de hacer florecer nuestra parte de la viña.
Resultado de imagen de parabola de la viña
Dios confía en encontrar frutos en nuestros corazones. Fe y fidelidad a Él, llevar su palabra a todos los rincones de nuestro entorno y convertir el mundo en una gran familia cuyo motor sea el amor, la solidaridad y el servicio de los demás. 
No somos propietarios de esta viña, no está en nuestras manos el destino final de ella, todo es decisión del Señor. Pero tenemos la posibilidad de decidir si queremos participar en esta misión. 

Que el Padre desde el cielo nos guíe para ser buenos labradores y ser capaces de que prospere su viña y cada vez crezcan más ramas, unidas con fortaleza. Que entendamos sus decisiones, y tengamos confianza en que su voluntad siempre será la mejor para nosotros y no nos queramos apropiar de su viña. 

"Estaba un día Diógenes en la esquina de una calle riéndose 
a mandíbula batiente. Su amigo Aristipo le pregunta: 
-¡¿De qué te ríes?!
- ¿Ves esa piedra que hay en medio de la calle? 
En el rato que llevo aquí ya han tropezado 
en ella diez personas. Todas se han irritado,, pero ninguna de 
ellas se ha tomado la molestia de retirarla 
para que otros no tropiecen".