miércoles, 31 de mayo de 2017

~ Reflexión Evangelio del miércoles 31 de mayo de 2017 ~

Resultado de imagen de virgen mariaLectura del santo evangelio según san Lucas (1,39-56)
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. 
Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.» 
María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia, como lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.» 
María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.

Reflexión
Hoy se celebra el día de la Visitación de María. María, que gran mujer, que gran ejemplo. Por algo Dios la escogió como la indicada para dar vida a Jesús. Era muy joven cuando recibió la noticia de que sería madre, y más aun, ni siquiera había estado nunca con un hombre. Sin embargo, aceptó la voluntad del Señor con entrega absoluta. Su confianza en Dios era plena. A pesar de que en su época la podrían haber lapidado o castigado. Pero nada de lo que viene del cielo puede ser malo para nosotros y María lo sabía.
Así, podemos deducir una de las muchas virtudes de María: La confianza y la fe verdadera. 
Ella fue la primera, entre todos, en seguir a Jesús. 

Tras conocer la noticia, salió inmediatamente a encontrarse con su prima Isabel, madre de Juan el Bautista, quien en ese momento estaba también embarazada de él. Una bella actitud de humildad por parte de María. Aun sabiendo que llevaba al hijo de Dios en su vientre, enseguida fue en busca de su prima y se puso a su disposición para ayudarla en todo aquello que necesitara. Precisamente por esta humildad, fue, entre todas las mujeres, la elegida por Dios. A pesar de ser la madre de Jesús, en el Evangelio jamás la vemos presentarse en público, sin embargo, siempre estuvo al lado de su Hijo.

María es amor infinito. Realmente, en ella se manifiesta el amor de Jesús y se transparenta, tal y como en nosotros los cristianos, debería ocurrir. Y así de inmenso era también su amor a Dios, por cuya voluntad se dejó guiar durante todo el camino. En el evangelio de hoy, comprobamos como María lo pone de manifiesto mediante las palabras que hoy conocemos como la oración del Magnificat. 


Otra gran virtud de nuestra amada María es su paciencia y fortaleza. Sin duda, admirable durante toda la pasión de Cristo. ¿Quién lo amaría más que ella que era su madre? Sin embargo, vio como lo torturaban, como caía bajo el peso de la cruz y como instantes después exhalaba su último suspiro en ella. Pero ahí estuvo ella, con una fuerza impresionante y resignada a la voluntad de Dios, a pesar de que ésta fuera separarla de su hijo amado. En medio de tanto dolor y de tanto desprecio que Jesús sintió durante esos días, me alegra saber que antes de morir pudo ver a su madre a los pies de la cruz. Estoy convencida que sería el apoyo y amor más grande que pudo recibir. 

Justo antes de morir, Jesús dice: <<Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego dice al discípulo: Ahí tienes a tu madre>>. Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa. Con estas palabras, Él entrega su madre a la humanidad y hace que todos los cristianos encontremos en ella el consuelo, el cuidado, el amor y la protección que una madre entrega a su hijo. Nunca estaremos huérfanos, tenemos en el cielo una Madre inigualable. Oremos a María, porque ella nos escucha con ternura y compresión, intercediendo ante Dios por nuestras necesidades y tribulaciones. Hablemos con confianza con ella, dejémonos abrazar por su calidez. 
Que gran bendición los que tenemos la gracia de disfrutar también a nuestra madre en la tierra. Una madre es el amor más parecido que encontrarás al amor de Dios. 
Afortunados somos los cristianos, que podemos tener a dos madres tan importantes en nuestras vidas. 

María nos enseña que el dolor es un precio que a veces se debe pagar por amor. En la mirada de María mientras observaba la cruz, veo la de tantas madres que hoy en día tienen que ver marcharse a sus hijos antes que ellas. 

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El Evangelio está ocurriendo en este preciso instante, así como la Pasión de Cristo y el sufrimiento de María. Pero Jesús también está vivo y al final, vencerá el amor. 

Madre, intercede ante Dios nuestro Señor por nuestras necesidades y preocupaciones y por todas las madres del mundo, para que sepan, como tú, ser fuertes y fuente viva de amor para sus hijos. Abraza nuestros miedos y bendícenos con tu divina compañía hasta el final de nuestros días. 



martes, 30 de mayo de 2017

~ Reflexión Evangelio del martes 30 de mayo de 2017 ~

Resultado de imagen de gracias cristoLectura del santo evangelio según san Juan (17,1-11a)
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique y, por el poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a los que le confiaste. Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado sobre la tierra, he coronado la obra que me encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame cerca de ti, con la gloria que yo tenía cerca de ti, antes que el mundo existiese. He manifestado tu nombre a los hombres que me diste de en medio del mundo. Tuyos eran, y tú me los diste, y ellos han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me diste procede de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me has enviado. Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por éstos que tú me diste, y son tuyos. Sí, todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y en ellos he sido glorificado. Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti.»

Reflexión
Es <<la hora>>, es el momento de la entrega absoluta de Jesús al Padre después de su gran sacrificio de amor.
Él es nuestro gran maestro. Sembró sobre la tierra todas las enseñanzas del Padre y ahora, aunque Él no esté físicamente, quedamos nosotros para transmitir su palabra a través del testimonio de nuestra vida. 
Nosotros vivimos en Jesús y Él vive en nosotros. 
Necesitamos una fe verdadera para ver al Señor. Hoy me he dado cuenta de ello, un cristiano auténtico no tiene miedo a perder, porque nada es suyo, todo es propiedad de Dios. Nuestra vida, nuestra misión, nosotros mismos, somos sus herramientas de amor en la tierra. 
Cuando sientas este profundo convencimiento, las cosas del mundo no podrán vencerte. Tomando con fuerza la mano de Jesús, encontrarás la verdadera fortaleza. 
Resultado de imagen de feCuando te encuentres vacío y quieras reclamarle, mira a Jesús, ¿es tu dolor más grande que las heridas de los clavos que soportan el peso de su cuerpo? ¿es tu cansancio más grande que el que sintió Jesús cargando una cruz que ni siquiera era suya? ¿es tu soledad mayor que la que sintió Jesús cuando sabía que Judas lo traicionaría, que Pedro lo negaría y que tanta gente aclamaría su crucifixión?. 
Y si la respuesta a todas estas preguntas es sí, entonces no desesperes, piensa que Él va a ayudarte a cargar tu cruz y que al final del camino está esperando por cada uno de nosotros. Porque también para nosotros hay <<una hora>>. 
La muerte existe como consecuencia del pecado, pero Dios nos regala vida eterna para aquellos que quieran salvarse. Y en esa vida eterna, ya no existe el sufrimiento, ni las enfermedades, ni el dolor... Que gran regalo nos hace Dios que por medio de Cristo también nos hizo libres del miedo a la muerte. 

Jesús mío, en la infinidad de tu amor, danos una fe fuerte para saber encontrar el camino que quieres para nosotros y para saber vivir en esa inmensa alegría que nos das cada día. 
El Señor escucha, y el Señor atiende nuestras necesidades. Hagamos un compromiso fiel con el mundo, de dedicación y amor. 
Ten fe y el Señor separará de nuevo las aguas para salvarte. 

SALMO 115
¿Cómo te pagaré, Oh Señor,
todo el bien que me has hecho?
¿Cómo te pagaré, Oh Señor?

Señor, rompiste mis cadenas,
tu amor me ha desbordado
y siempre te ofreceré mi alabanza.

Alzaré la copa de la salvación
e invocaré tu nombre
y mis votos cumpliré ante el pueblo.

Señor, eres Tú mi fuerza,
Tú eres la salvación,
mi boca cantará en tu nombre.


¿Cómo te pagaré Señor, toda la luz que has traído a mi vida ?


lunes, 29 de mayo de 2017

~ Reflexión Evangelio del lunes 29 de mayo de 2017 ~

Resultado de imagen de caminar con cristoLectura del santo evangelio según san Juan (16,29-33)
En aquel tiempo, los discípulos dijeron a Jesús:
«Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que has salido de Dios».
Les contestó Jesús:
«¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo».


Reflexión
Si observamos a nuestro alrededor, podemos percibir que vivimos en un mundo donde parece que no se deja mucho espacio para el Señor. Donde escuchamos todos los días noticias que están muy lejos de ser un manifiesto del Evangelio.  
Queremos terminar de estudiar para empezar a trabajar. Pero cuando empezamos a trabajar nos cansamos y entonces ya queremos jubilarnos. Y cuando nos jubilamos, sentimos que nos falta algo y entonces quisiéramos volver a empezar. ¿Qué está dispuesto el mundo a hacer por conseguir dinero, éxito, reconocimiento...? Y todo meramente terrenal. Nos pasamos la vida esperando y lo único que pasa es la vida.
En el ocaso de tu vida, todas las posesiones pesan demasiado. Todo lo material es temporal y el apego solo genera sufrimiento. Incluso el apego por la misma vida, genera ese temor a perder que controla nuestras vidas y que nos impide vivir en alegría. 
Sin embargo, todo aquello que perdura y que nos llena de verdad, está mucho más allá de todo eso. Es un instante en el que sientes el aire fresco de una tarde de primavera en tu rostro, salir por la mañana y escuchar los pajaritos cantar, es girarte y encontrar que tienes una familia que te ama, un plato caliente de comida al llegar a casa sobre la mesa, es despertarte por la mañana y ser consciente de que estás respirando, de que tienes una nueva oportunidad de comerte el mundo. 
En definitiva, sentirte vivo y observar, vivir en profundidad con toda la fuerza del corazón. Apreciando todos esos trocitos de felicidad que conforman nuestra vida. 
Nada nos pertenece, incluso nosotros mismos somos del Señor. 
Así que no debemos agitarnos por las olas de la vida ya que todo depende de Jesús, y Él nos cuidará hasta el fin de los tiempos. Dejemos en sus manos nuestra vida con abandono y con fe. Entonces, venceremos las mareas terrenales que intentan alejarnos de Jesús. 
Hace falta un espíritu auténtico y sincero para mantenernos unidos a Él. Jesús es nuestra garantía de vida. 
Imagen relacionadaMuchas personas caminan por la vida con el ceño fruncido, con prisas, sin comprometerse... Y entre todos ellos, el cristiano debe ser luz, poner una sonrisa, tender una mano, amarlos porque ellos no saben lo que hacen. 
Con Cristo a nuestro lado, ¿de qué no vamos a ser capaz? Si Él es nuestra gran fortaleza. 
Confiando en Dios, en nosotros y en los demás y encontraremos la paz que el Señor nos entregó antes de marcharse. 
La paz de Jesús es un regalo y una misión. 
Un regalo que guía nuestro camino pero no nos podemos quedar con él en silencio, hay que salir y compartirlo con nuestros hermanos. 
El Señor es el sol que reluce en medio de la tormenta. 
No veas para creer, cree para ver. 

Señor, danos tu mano día a día para que el Espíritu Santo nos ayude a convertirnos en un faro para el mundo, para que cuando una persona se pierda y nos vea, pueda encontrar el camino de regreso a casa donde los esperas con la mesa servida. 
Unidos a ti, vencerá el amor. 

CAMINEMOS
No hay caminos, ni detrás, ni delante. 
No hay huellas, ni sendero. 
No hay pasado, ni presente. 
Pero hay futuro. Todo el futuro por delante. 
Pero hay que hacerlo... 

Avanza. No te pares. 
Mira siempre de frente.
Si te ofrecen una posada, no la aceptes. 
N te asientes ni en iglesias ni en partidos. 

El futuro no tiene casa, ni templos, ni tiendas. 
Al futuro nadie te lleva
si no caminas tú. 
El futuro es para los peregrinos del futuro. 
"Patxi Loidi" 






domingo, 28 de mayo de 2017

~ Reflexión Evangelio del domingo 28 de mayo de 2017 ~

Resultado de imagen de ascension de jesusLectura del santo evangelio según san Mateo (28,16-20)
En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.
Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron.
Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
«Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos».

Reflexión
Domingo de Ascensión, el Señor ha ido a reunirse con el Padre. Probablemente los apóstoles sentían una gran tristeza al despedir a su Maestro. Por que, sin lugar a dudas, el paso del Señor por la tierra dejó una huella muy profunda. 
Para los cristianos fue y es un verdadero rey, un rey diferente, un rey humilde. Que murió por nosotros. Muchas veces en la vida sentimos la necesidad de destacar, de ser los mejores, porque estamos en un mundo competitivo. ¿Cuántos rechazarían esta corona de oro que gobierna en un reino de poder? Sin embargo, ¿quién aceptaría una corona de espinas? Esa que nos coloca la vida al volverse empinada, dolorosa y oscura. Pues Jesús lo hizo y lo hizo por amor. 

Su reino no está en este mundo, pero, como nos dijo Jesús: 

"Bienave
nturados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. 
Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia,porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase 
de mal contra vosotros, mintiendo."

De aquellos que sufren por tener que buscar un trozo de pan que llevarse a la boca, que no tienen un hogar al que regresar, ni nadie que los cuide, de los que se van a dormir con el sonido de las bombas y no saben si a la mañana siguiente van a despertar, de los que se equivocan, de los que viven en soledad, de los que padecen una enfermedad que les consume, tuyo y mío, para todos nosotros el Señor se nos ha adelantado al ascender y así ha inaugurado el reino donde nos espera a todos, ha vencido la muerte y nos ha abierto las puertas. 


Solo nos pide una cosa: Ser una Iglesia peregrina que acerque su palabra a todas las personas que a lo largo del mundo aún se encuentran perdidas. Y yo me pregunto, ¿Seremos capacees de colocarnos esa corona de espina, de romper los muros que nos separan de los demás y amarlos con el mismo amor que recibimos de Jesús? Probablemente, las respuestas a todas estas preguntas, las guardemos en nuestro corazón. Solo el Espíritu Santo que habita en nosotros,  nos puede ayudar a encontrar el camino que el Señor quiere que sigamos para responder a su llamada. 

Hoy el cristiano está feliz, porque esto no es una despedida, es una transición, pero Él sigue aquí con nosotros y lo estará hasta el fin del mundo. Dios quiere salvar a los hombres y para eso también nos da una misión a la Iglesia. Mientras siga habiendo tanta pobreza, tantas guerras, tanto sufrimiento... Tenemos un gran reto por delante. Un compromiso fiel y verdadero de iniciar una revolución de amor. 


La Ascensión nos da ausencia y presencia al mismo tiempo, esa es una experiencia que solo puede vivirse a través de la fe. Igual ocurre con nuestros seres queridos que ya han sido llamados por el Señor, ellos también son ausencia y presencia. Cristo venció la muerte, y nos ha regalado vida eterna. A través de la fe, podemos perder el miedo a la muerte porque ya sabemos que no es el final. Que no estaremos solos. Y hasta tu último suspiro Él estará tomando tu mano. 

Que grande eres Señor, que preciado es tu amor y como nos cuidas. Sabes el nombre y apellido de cada una de tus ovejas, nos conoces y estás con nosotros, no dividido, sino en plenitud. 

No te sientas solo porque ahí tienes al Maestro. Quizás no podamos entender los planes que Él tiene para nosotros porque los vemos desde abajo, pero cuando entremos al reino, seremos capaces de ver los hilos que el Señor mueve. Sus tiempos son perfectos. 

Señor, ayúdanos a construir un mundo mejor, a ser testigos de que estás vivo y a nuestro lado y a tener paciencia para esperar a que llegue ese día que volvamos a abrazarte. Te hemos visto y ahora, debemos hacerte visible para los que todavía no te conocen. 

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Jesús va a tu encuentro. Cierra los ojos del cuerpo y abre los ojos de la fe, podrás verlo.


sábado, 27 de mayo de 2017

~ El padre que siempre soñé ~


Eres el padre que siempre soñé, mi amor eterno, mi razón de ser. 


~ Reflexión Evangelio del sábado 27 de mayo de 2017 ~

Lectura del santo evangelio según san Juan (16,23b-28)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«En verdad, en verdad os digo: si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará.
Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa. Os he hablado de esto en comparaciones; viene la hora en que ya no hablaré en comparaciones, sino que os hablaré del Padre claramente.
Aquel día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os quiere, porque vosotros me queréis y creéis que yo salí de Dios.
Salí del Padre y he venido al mundo, otra vez dejo el mundo y me voy al Padre».

Reflexión
Hoy el Señor en el Evangelio nos habla sobre el poder de la oración.
La oración es un momento de máxima conexión con Jesús, un canal directo de comunicación. 
Podemos considerarlo como otro de los grades regalos que nos dejó antes de marcharse puesto que la oración da paz y esperanza. Y cuanto más ores, más necesidad tendrás de contemplar al Señor. 
Resultado de imagen de cristo está aquiDurante este tiempo que dedicamos a comunicarnos con Dios, no debemos sentirlo en las alturas o lejos de nosotros. Ésto no es así. Él es como un amigo que se sienta a tu lado y que gran amigo. Lleno de paciencia, escucha sin cansarse una y otra vez nuestras peticiones, lleno de amor, dispuesto a entregar su vida por ti, un amigo fiel, que nunca te abandona y siempre te acompaña. Perdonará todos tus errores. 
No tengas miedo, a Jesús le encanta escucharte y que te sientes a hablar con Él. 
Yo pienso que toda plegaria tiene su respuesta, pero hay que saber escuchar. Esa respuesta puede venir en forma de una persona, de una noticia, de una oportunidad... Son muchos los recursos que Dios usa para ponerse en contacto con nosotros. Lo que si te puedo asegurar, es que ninguna plegaria queda en el olvido.
Muchas veces se habla del "Silencio de Dios", y yo también pensaba sobre ello hace algún tiempo. Sin embargo, conforme he ido descubriendo al Señor, cada vez lo siento más vivo. Lo veo todo el día en tantas partes. 
Recuerdo las palabras de Jesús cuando decía: <<Os aseguro que si tuvierais fe, aunque sólo fuera como un grano de mostaza, le diríais a este monte: “¡Quítate de ahí y ponte allí!”, y el monte cambiaría de lugar. Nada os resultaría imposible.>>

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Uniendo fe y oración, verás llegar grandes bendiciones a tu vida. 

La verdadera confianza, se traduce en un espíritu de abandono a la voluntad del Señor, poner tus preocupaciones y necesidades en sus manos: <<... pedid, y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa.>> Pero, no atemos las manos del Señor con nuestras exigencias, todo llega en su momento. Dejemos que nos lleve por el camino correcto. 
Al principio, sueles rezar con una imagen que te ayude a sentir a Jesús más cerca, pero, con el tiempo llega un momento en el que solo con cerrar los ojos y sentir su presencia, ya es suficiente para crear una comunicación profundamente regeneradora. 
Por otra parte, la oración en comunidad tiene el poder de romper fronteras y de unirnos con los cristianos del mundo
Y sobre todo, nunca olvides que rezar es un acto de amor.
Además, no siempre debemos dirigirnos a él con una petición, también es importante un corazón agradecido. 
Esta experiencia es una de las razones de la alegría del cristiano. 
Orar te hace libre de las cadenas que agitan tu espíritu. 
Jesús te espera, quiere escucharte. Ábrele tu corazón con confianza y Él guiará tu camino.
¿Qué querrá decirte hoy? Cierra los ojos y descúbrelo. 

Señor, ayúdanos a que crezca nuestra fe para experimentar momentos de auténtica oración, en los que podamos contemplarte con confianza y entregarnos a ti. Porque eres la luz que guía nuestro camino. Gracias, por ser el pilar que sostiene nuestra vida. 

viernes, 26 de mayo de 2017

~ Nada te turbe ~



Nada te turbe, nada te espante. La paciencia todo lo alcanza. 

~ Reflexión Evangelio del viernes 26 de mayo de 2017 ~

Lectura del santo evangelio según san Juan (16,20-23a)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.
La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre.
También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría. Ese día no me preguntaréis nada».

Reflexión

Jesús hoy nos promete una gran alegría que compensará todos los sufrimientos que el mundo tenga que padecer.
Ésta no es un gozo temporal y terrenal como el que nos puede producir algo material en nuestra vida cotidiana, es una alegría sin límites que se convierte más en una forma de vida que en una simple emoción. Es entender la vida como un regalo, como un milagro. 

Resultado de imagen de alegria cristianaCuando el Espíritu Santo te regala este don, empiezas a agradecer y apreciar todas las gracias que inundan tu existencia y consigues valor para enfrentarte a los retos.
Te entristeces cuando tienes que pasar por una prueba que no te gusta, pero en el momento que la superas es enorme la satisfacción que te inunda. 
La felicidad por tanto, no es un estado fijo, sino un conjunto de recuerdos, de sentimientos, de personas, que en un momento determinado confluyen e iluminan tu alma. Lo mismo pasa con la tristeza, tampoco es permanente. Y aunque hoy estés pasando por un momento difícil, mañana tendrás una nueva oportunidad de recibir todo aquello que Dios tiene preparado para ti. Si ves que oras y no recibes de inmediato una respuesta, espera y ten fe, porque los tiempos de Dios son perfectos. Él sanará todas tus heridas. 
Deja que sea Él quien te ayude.
Y aprovecha en cada Eucaristía para llenarte más de la paz y alegría del Señor.
¿No crees que acercarnos a los demás con una sonrisa rompe barreras y acorta la distancia que nos separa? 

Que el Señor, por intercesión de nuestra madre la Virgen María, nos ayude a que nuestro corazón brille y arda en su amor, para que seamos más fuertes y valientes en nuestra vida. Que los demás encuentren en nuestra mirada la esperanza de saber que para Dios nada es imposible.

Ser igual a Cristo es ser diferente, seamos valientes para nadar a contracorriente. 

jueves, 25 de mayo de 2017

~ Reflexión Evangelio del jueves 26 de mayo de 2017 ~

Lectura del santo evangelio según san Juan (16,16-20)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver».
Comentaron entonces algunos discípulos:
«¿Qué significa eso de “dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver”, y eso de “me voy al Padre”?».
Y se preguntaban:
«¿Qué significa ese “poco”? No entendemos lo que dice».
Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo:
«¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: “Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver”? En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría».


Reflexión
Pienso que nosotros, al igual que los apóstoles, desearíamos ver a Jesús encarnado de nuevo en nuestra vida terrenal, escuchar el mensaje con su voz, poder besar su mano, seguirlo y defenderlo de todo el que quiera hacerle daño. La verdad es que, en varias ocasiones anuncia su vuelta al final de los tiempos. 
Mientras tanto, Él no quería tampoco despedirse de nosotros y por ello, nos dejó el pan y vino como su cuerpo y sangre. En algo tan cotidiano tenemos a Jesús presente. 
Resultado de imagen de cristianosDe esta forma, cada vez que entras a un Sagrario estás justo al lado de la presencia más tangible y cercana del Señor, un cara a cara desde el alma, un refugio para nuestras tormentas, una casa donde el Padre espera por tu visita. ¿No es bonito pensar que tienes un lugar físico donde hablar directamente con Jesús? 
A parte de ello, los cristianos, ponemos nuestra mirada en los demás pues en ellos sentimos también la presencia viva del Señor. 
Así, sentimos el sufrimiento de nuestros hermanos, la tristeza de los que están solos, la desesperanza de no encontrar un lugar en la vida, la mirada de un enfermo o el frío de las personas que no tienen techo. Todo ello nos llega directamente al fondo de nuestro corazón. 
Está en nuestras manos crear un mundo que honre al Señor, un mundo de amor y esperanza. No es fácil, porque el mundo está perdido entre muchos abismos, sin embargo, allí donde haya un cristiano, hay un trocito de Jesús en el mundo. Un mástil fuerte y sólido gracias a nuestra fe y a la presencia viva de Jesús. 
No hay felicidad más grande que servir al Señor, y algún día si el mundo renace a una nueva era, estoy convencida que Él volverá. Y entonces reinará la alegría entre los cristianos por reencontrarse con su Maestro. 

Oremos al Señor para que allí donde se encuentre un cristiano, sea una antorcha que ilumine el mundo en medio de su oscuridad para que así abran los ojos a la verdadera felicidad. Luchemos por un mundo que algún día renazca al amor. Y roguemos también por una fe verdadera que nos haga vivir en cada Eucaristía y en cada momento de nuestra vida, que Jesús no se ha ido, todo lo contrario, está más cerca de nosotros que nunca. 

Ayúdanos a saber seguirte, Jesús. 


miércoles, 24 de mayo de 2017

~ Reflexión Evangelio del miércoles 25 de mayo de 2017 ~

Lectura del santo evangelio según san Juan (16,12-15)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará.
Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará».

Reflexión
Que suerte tuvieron aquellas personas que pudieron recibir directamente del Señor sus enseñanzas. Estoy convencida que cada segundo a su lado debía ser una sensación inigualable. Pero más allá de todo lo que Él nos enseñó, aún quedan tantas cosas más que escapan de nuestro entendimiento. Por eso, el Señor, nos invita a dejarnos guiar por el Espíritu Santo para que nos ayude a comprender su voluntad y su palabra. 
Es el Espíritu Santo nuestra mejor conexión con Jesús. 
Sin embargo, muchas veces vivimos ciegos, atamos sus manos y le intentamos someter a nuestra voluntad. Nos enfadamos cuando no recibimos lo que pedimos, le reclamamos al Señor por nuestros errores y equivocaciones. Y al final, somos ignorantes, porque todo lo que ocurre en nuestra vida tiene un por qué, una razón de existir, causa y efecto. Nada está controlado por el azar, la suerte o el destino. Es el Señor quien marca tu camino. 
Resultado de imagen de jesus camino verdad y vidaPero para que Él pueda ayudarte necesitas tener una confianza absoluta, dejarlo entrar a tu vida y entregarte a su voluntad. 
Corremos el riesgo de crear un Dios a nuestra medida. Al que oramos cuando necesitamos algo, cuando tenemos tiempo, interpretamos su palabra adaptándola a nuestras vidas... Y en realidad, estamos perdidos. 
Bien nos lo dice Jesús a lo largo de todos los Evangelios estos días, cuando nos abandonemos a Él y cuando nos dejemos guiar por el Espíritu Santo, nos encontraremos a nosotros mismos. No hará falta máscaras, no nos dejaremos llevar por lo terrenal, cobrará más importancia el amor y la relación con nuestros hermanos. Enseñaremos un poco más nuestro corazón, ahora liberado de sus cadenas y escudos. 
¿No te parece que es hora de vivir de verdad, de dejar de andar de puntillas sobre la vida y comprometerte? ¿Vives o estás vivo? 

Pido al Espíritu Santo para que interceda ante el Señor por todas las personas que se confirmarán este año, para que sean conscientes del gran regalo que están recibiendo, de la misión que están aceptando, de convertirse en guías de aquellos que todavía no conocen a Jesús o que no saben ver los caminos que les muestra el Espíritu Santo. Ahora son testigos de la gran Verdad y con tu ayuda Señor tendrán la fuerza de convertir los corazones de piedra. 
Ayúdanos a despertar. 
TU SABES QUE TE QUIERO

Señor, tú sabes que siempre te quise
y que te sigo queriendo;
tú sabes que te quiero.

A pesar de mi soberbia y orgullo,
a pesar de mis miedos e infidelidades,
y de mis quejas permanentes,
tú sabes que te quiero.

A pesar del cansancio y abandono de tantos días,
a pesar de mi cabeza vacía y dura,
y de mi corazón de piedra,
tú sabes que te quiero.

A pesar de que me cuesta adivinarte entre la gente,
a pesar de lo torpe que soy
para verte vestido de pobre,
tú sabes que te quiero.

A pesar de mis dudas de fe,
de mi vacilante esperanza,
y de mi amor posesivo,
tú sabes que te quiero.

A pesar de las bravuconadas de algunos días
y de la apatía y desgana de otros,
a pesar de mis pies cansados,
tú sabes que te quiero.

A pesar de mis entrañas yermas
de mi rostro destemplado,
y de mis manos sucias,
tú sabes que te quiero.

A pesar de que me cuesta quererme a mí mismo,
a pesar de que no siempre te entiendo,
a pesar de los líos que presiento,
tú sabes que te quiero.

Yo te quiero, Señor,
porque tú me quisiste primero
y no renegaste de mí
a pesar de ser torpe y frágil.

Yo te quiero, Señor,
porque siempre confías
en las posibilidades que tengo
de ser, junto a ti,
aquí en mi puesto,
servidor fraterno.

"Florentino Ulibarri"


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Jesús te envía un fuerte abrazo. 

martes, 23 de mayo de 2017

~ Reflexión Evangelio del martes 23 de mayo de 2017 ~

Lectura del santo evangelio según san Juan (16,5-11)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: “¿Adónde vas?”. Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, os digo es la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo enviaré.
Y cuando venga, dejará convicto al mundo acerca de un pecado, de una justicia y de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el príncipe de este mundo está condenado».

Reflexión
Cada vez está más cerca el momento de tener que despedir a Jesús de la vida terrenal. Él sabe que los Apóstoles están tristes, pero por otra parte, es necesaria esta transición para que Jesús se una al Padre y entonces, esté con todos nosotros. A través de la influencia del Espíritu Santo, nosotros obtenemos la fe. La fe es un don que nos hace diferentes de aquellos que no pertenecen a la familia cristiana y que nos da la posibilidad de contemplar al Señor en su nueva forma, que ya no es tangible para el cuerpo físico pero si para el corazón. 
La fe es confianza y certeza. Tiene varios rasgos que la definen: Es un don que recibimos de la mano de Dios si lo pedimos con fuerza, es la valentía necesaria para obtener la salvación, es capacidad de discernimiento para entender el mensaje divino, es seguridad gracias a las promesas de Jesús, completa cuando se une a actos de misericordia y amor y crece cuando dirigimos nuestras oraciones hacia Dios. A través de ella, experimentamos en nuestra vida terrenal, un pequeño trocito de cielo. 
Confía plenamente en aquel que entregó su vida en la cruz por la salvación de toda la humanidad. 
La fe y la ciencia no son dos conceptos reñidos, ya que ambos proceden de Dios. El don de la razón es importante para entender la dimensión más terrenal de nuestra existencia, sin embargo, la fe es el don que nos abre los ojos hacía la espiritualidad, para que podamos conocer aquellas cosas que están más allá de nuestro propio razonamiento. 
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La mejor forma de vivir la fe es en comunidad, compartiéndola con nuestros hermanos cristianos. Recordemos que Jesús dijo que donde dos o más se reunieran en su nombre, allí estaría Él. 
Jesús quiere transmitimos que gracias a su Ascensión, el mundo se inunda de esperanza. Hasta el último momento su único deseo siempre fue como buen pastor, la felicidad de sus ovejas. 
¿Cómo de grande es tu fe? ¿Hasta dónde es capaz de llevarte? ¿Has conseguido ,de verdad, ver al Señor? 

"Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.


Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús.

Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!

Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡¡Hombre de poca fe!! ¿Por qué dudaste?

Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento."

Empiezas a hundirte cuando pierdes la fe, fortifica tu corazón en Jesús.
Dediquemos nuestras oraciones por aquellas personas que están en búsqueda, para hacer crecer su fe y por aquellos que no la tienen para que alcancen la salvación del Señor. 

lunes, 22 de mayo de 2017

~ Reflexión Evangelio del lunes 22 de mayo de 2017 ~


Lectura del santo evangelio según san Juan (15,26–16,4a)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.
Os he hablado de esto, para que no os escandalicéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho».


Reflexión
Hoy en el evangelio, un día más, Jesús nos habla sobre la venida del Espíritu Santo. Y, otras de las virtudes que obtenemos gracias a la iluminación recibida a través del Espíritu Santo es la de dar testimonio. Pienso que es una responsabilidad que todo cristiano debe asumir porque igual que conocer a Jesús ha salvado nuestra vida, también debemos intentar que otras personas que no han tenido la misma suerte puedan conocerlo. 
Por lo que el gran reto que hoy nos propone Jesús, es convertirnos en apóstoles del S. XXI que lleven su mensaje al mundo. 
Resultado de imagen de espíritu santoPara ser capaces de transmitir este mensaje y sobre todo, para llegar al corazón de los demás es necesario por un lado, conocer a Jesús. Haberte encontrado con él en los hermanos, en la naturaleza, en el amor, y vivir conforme a su voluntad. 
En segundo lugar, es importante que nuestras palabras vayan acompañadas de actos, que reflejemos en nuestra mirada, la mirada del Señor, que nuestras manos estén dedicadas al servicio de los demás y al cuidado de sus heridas espirituales, así como que nuestros pies se conviertan en el medio de transporte de la luz y el amor de Jesús para llegar a más personas. De esta forma podemos transmitir la paz del Señor donde nuestra alma descansa.  Puede que haya mucha gente que te rechace, pero, ¿sabes lo contentos que estarían en el cielo si traes de vuelta aunque sea a un hermano? 
Todos somos ramas de un mismo árbol y seguiremos creciendo. Si hoy estoy en proceso de preparación para confirmarme, si he tenido la bendición de conocer una familia cristiana con un gran corazón, es gracias a dos personas, que de forma desinteresada me abrieron una puerta. Dios usa muchos disfraces, pero al final lo único que busca es una forma de acercarse a ti. Y no hay mayor honor para nosotros que poder servirle.

Recemos en esta noche por todos los misioneros que extienden la palabra de Dios hasta esos pequeños rincones del mundo donde todavía no le conocen, a pesar de que tengan que pasar frío o hambre, entregan su vida por Jesús. Y por nosotros, para que también el Espíritu Santo nos ayude a dar testimonio de nuestra fe y de la felicidad que nos ha sido regalada, aunque también junto con la gran responsabilidad de ser testigos de lo que hemos conocido.  

Seamos luz para el mundo y no dejes que nadie consiga apagarte. 

domingo, 21 de mayo de 2017

~ Nuestra cruz ~

                               

Todo tiene un por qué en esta vida. Ten paciencia y confianza. 

~ Reflexión Evangelio del domingo 21 mayo de 2017 ~

Resultado de imagen de jesus tu amigoLectura del santo evangelio según san Juan (14,15-21)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque. no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis, porque mora con vosotros y está en vosotros. No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».


Reflexión
Hoy, Jesús nos va preparando para el momento de su Ascensión. La Pascua está llegando a su fin y es hora de volver a los brazos del padre. Este es un momento triste para los apóstoles, quienes después de haber vivido durante estos días con Cristo resucitado, pronto tendrán que despedirse de él. Pero tan bueno es y tan grande es su misericordia, que bien nos conoce, y sabe que nos cuesta entender la ausencia y la despedida. Por eso, envía al Espíritu Santo sobre nuestra vida, el <<Consolador, Abogado, Ayudador>> para que sepamos que sigue a nuestro lado. De una forma diferente, pero los creyentes a través de la luz del Espíritu Santo somos capaces de contemplarlo. 
Hoy quiero traerte esta buena noticia, el Señor sigue aquí con nosotros, sigue vivo. Y te necesita, tal y como eres. Te conoce mejor que tú mismo y sabe incluso aquellos defectos o aquellos errores que tú no quieres reconocer. Te llama, por tu nombre y apellidos. No tienes que sentirte solo nunca más. Si le dejas entrar a tu vida, él te acompañará hasta tu último suspiro. Pero tienes que confiar en él desde el corazón, más allá de tu propia razón, búscalo. Cuando lo encuentres, sentirás esa llama que Él enciende en tu corazón y te garantizo que no volverás a ver el mundo con los mismos ojos.
Resultado de imagen de jesus tu amigoTe lo digo desde la experiencia, porque lo he visto y lo veo todos los días. Desde que amanece por la mañana, y tienes la oportunidad de iniciar un nuevo día, que está lleno de tantas oportunidades como tú estés dispuesto a crear, en el cielo amaneciendo y los pajaritos que cantan, en todas las personas que pasan por mi lado, cada uno con sus vidas pero con un trocito de Dios en su interior. 
Te garantizo que si lo buscas, lo vas a encontrar. Porque Él estará esperando por ti en casa. 
Encontrarlo es el mayor regalo que puede darte la vida. 
Permite que el Espíritu Santo entre en tu alma, es el espíritu que mueve al cristiano. Le hace vivir en agradecimiento, con felicidad, con fuerza y con esperanza. Con un corazón auténtico. En fraternidad con nuestros hermanos, con aquellos que son fáciles de amar y con aquellos que nos lo ponen más difícil. Pero es precisamente estos últimos quienes más necesitan de nuestro amor. 
Donde otros ponen una mala palabra, una equivocación, cuando te hagan daño, siembra amor y perdón. Pienso que esa es la clave para cumplir el mandamiento que nos dejó el Señor de amarnos los unos a los otros como él nos amó. 

Pido esta noche por nuestros hermanos que están enfermos, por aquellos que sufren la oscuridad de una vida sin Jesús, sin fe, por aquellos que todavía no han encontrado su camino. 
Descansa esta noche, entrega tus miedos, tus preocupaciones y tu dolor al Señor, no te dejes agitar por las trivialidades de esta vida y entrégate a los brazos de Jesús. Verás como tú vida cambia. Nada es imposible para Él. 

Jesús, en ti confío.
Jesús, en ti espero. 
Te amo.   

sábado, 20 de mayo de 2017

~ Reflexión Evangelio del sábado 20 de mayo de 2017 ~

Lectura del santo evangelio según san Juan (15,18-21)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros.
Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia.
Recordad lo que os dije: “No es el siervo más que su amo”. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.
Y todo eso lo harán con vosotros a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió»

Reflexión
Estamos en una sociedad en la que queremos creer que somos abiertos, muy libres y autosuficientes, cuando al final no es más que una máscara para no mirar de frente la realidad. Están intentando crear un espacio donde no quede sitio para el Señor. Y se genera como un rechazo a todo lo que tenga que ver con ser cristiano. Es muy probable que nadie vea extraño si en un grupo de personas cuentas que todos los domingos ves partidos de fútbol en internet de tu equipo favorito porque eres un gran aficionado, sin embargo, si dices que todos los domingos celebras que es el día del Señor y que uno de los momentos más felices para ti es esa hora que dura la misa, muchos pensarán que estás obsesionado con la religión, que eres un aburrido, entre otras muchas cosas más. Pero eso solo demuestra que la presencia de Jesús está viva, tanto para los creyentes que lo sienten como la luz de su vida, como para los no creyentes, en los que también despierta emociones, aunque sea de rechazo, porque lo sienten aquí. 
Es un Dios vivo, y estoy segura que incluso hoy, en pleno S. XXI todavía habría quien vendería su cabeza por unas pocas monedas de oro. 
Resultado de imagen de cristianos en siriaNo debemos dejarnos llevar por las ideas de un mundo cada vez más perdido en el capitalismo, en el egoísmo, en la guerra... Más allá de todas esas barreras debemos llevar la palabra de Dios. 
No es Jesús quién debe adaptarse a nuestra vida, sino que es nuestra vida la que debemos adaptar a Él. Cristo es y será siempre el mismo por los siglos de los siglos. 
Aunque esta promesa de fidelidad puede que haga que nos rechacen, nuestro amor debe ser más grande. Tener paciencia, como Jesús la tiene, con que tan solo una persona le descubra y se una a la familia cristiana, merecerá la pena todos nuestros esfuerzos. 
A pesar de todo, aquí en España defender al Señor es relativamente fácil porque no tenemos nadie que nos apunte con una pistola o que tire bombas para callar nuestras oraciones. Pero la verdadera fe ,que es más fuerte que el temor a la muerte, la tienen aquellos hermanos que viven en una comunidad donde las bombas destruyen parroquias, donde les obligan a negar su fe si quieren salvar su vida. Me acuerdo mucho de ellos porque creo que son un gran ejemplo para todos. 
Siguen rezando en Iglesias destruidas, siguen luchando y siguen defendiendo a Cristo por encima de todo, incluso cuando acaban de salir huyendo de un hogar que ha quedado completamente destruido.
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La pasión por la que pasó Cristo, está ocurriendo en este momento silenciosamente, pasando desapercibida, excepto para aquellos que la sufren con una cercanía aterradora. Recemos esta noche por ellos, para que tengan la fuerza para no rendirse, para volver a levantarse en medio de la oscuridad, que ningún arma pueda matar su amor por Jesús y que algún día el amor prevalezca, en memoria de todas las personas que perdieron la vida defendiendo aquello en lo que creían. 
Y también por nosotros, para que en este pequeño mundo en el que nos movemos, y en el que también habrá muchos que gritaran que crucifiquen al Señor, que querrán golpearlo y escupirle como hicieron en su época, para que seamos capaces de defenderlo con amor y decisión, sin miedo al rechazo o a la opinión de los demás. Mostrando con nuestros actos lo que significa ser cristiano.