martes, 23 de mayo de 2017

~ Reflexión Evangelio del martes 23 de mayo de 2017 ~

Lectura del santo evangelio según san Juan (16,5-11)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: “¿Adónde vas?”. Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, os digo es la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo enviaré.
Y cuando venga, dejará convicto al mundo acerca de un pecado, de una justicia y de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el príncipe de este mundo está condenado».

Reflexión
Cada vez está más cerca el momento de tener que despedir a Jesús de la vida terrenal. Él sabe que los Apóstoles están tristes, pero por otra parte, es necesaria esta transición para que Jesús se una al Padre y entonces, esté con todos nosotros. A través de la influencia del Espíritu Santo, nosotros obtenemos la fe. La fe es un don que nos hace diferentes de aquellos que no pertenecen a la familia cristiana y que nos da la posibilidad de contemplar al Señor en su nueva forma, que ya no es tangible para el cuerpo físico pero si para el corazón. 
La fe es confianza y certeza. Tiene varios rasgos que la definen: Es un don que recibimos de la mano de Dios si lo pedimos con fuerza, es la valentía necesaria para obtener la salvación, es capacidad de discernimiento para entender el mensaje divino, es seguridad gracias a las promesas de Jesús, completa cuando se une a actos de misericordia y amor y crece cuando dirigimos nuestras oraciones hacia Dios. A través de ella, experimentamos en nuestra vida terrenal, un pequeño trocito de cielo. 
Confía plenamente en aquel que entregó su vida en la cruz por la salvación de toda la humanidad. 
La fe y la ciencia no son dos conceptos reñidos, ya que ambos proceden de Dios. El don de la razón es importante para entender la dimensión más terrenal de nuestra existencia, sin embargo, la fe es el don que nos abre los ojos hacía la espiritualidad, para que podamos conocer aquellas cosas que están más allá de nuestro propio razonamiento. 
Resultado de imagen de fe
La mejor forma de vivir la fe es en comunidad, compartiéndola con nuestros hermanos cristianos. Recordemos que Jesús dijo que donde dos o más se reunieran en su nombre, allí estaría Él. 
Jesús quiere transmitimos que gracias a su Ascensión, el mundo se inunda de esperanza. Hasta el último momento su único deseo siempre fue como buen pastor, la felicidad de sus ovejas. 
¿Cómo de grande es tu fe? ¿Hasta dónde es capaz de llevarte? ¿Has conseguido ,de verdad, ver al Señor? 

"Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.


Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús.

Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!

Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡¡Hombre de poca fe!! ¿Por qué dudaste?

Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento."

Empiezas a hundirte cuando pierdes la fe, fortifica tu corazón en Jesús.
Dediquemos nuestras oraciones por aquellas personas que están en búsqueda, para hacer crecer su fe y por aquellos que no la tienen para que alcancen la salvación del Señor. 

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