~ Reflexión Evangelio del martes 16 de mayo de 2017 ~

Lectura del santo evangelio según san Juan (14,27-31a)

 <<Os dejo la paz, mi paz os doy. Una paz que no es la que el mundo da. No viváis angustiados, ni tengáis miedo. Ya habéis oído lo que os he dicho: Me voy, pero volveré a estar con vosotros>>. Si de verdad me amáis, debéis alegraros de que vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo. Os lo he dicho ahora, por adelantado, para que , cuando suceda, no dudéis en creer. Ya no hablaré mucho con vosotros, porque se acerca el que tiraniza a este mundo. Cierto que no tiene ningún poder sobre mí, pero tiene que ser así para demostrar al mundo que yo amo al Padre y que cumplo fielmente la misión que me encomendó. 

Reflexión

La paz que nos regala el señor, es un sentimiento que escapa de los conceptos humanos. Es una paz que recibimos a través de su sacrificio de amor. Jesús nos pide que no tengamos miedo, porque él está con nosotros y en los momentos difíciles solo tenemos que prestar un poco de atención y lo sentiremos. Cuando llegas a ser consciente de ello, y sabes que Él está ahí, no debes sentirte débil, si quieres llorar, hazlo, Jesús va a estar a tu lado, va a secar tus lágrimas y su abrazo llenará tu corazón de calidez. Si te encuentras perdido y no sabes que camino tomar, déjate llevar, entrégate por completo a sus manos, créeme, nadie sabrá cuidarte como Él y será como una luz en medio de la oscuridad que te ayudará a guiar tus pasos. Pero el Señor no sólo está a tu lado en los momentos tristes, también en tus alegrías, cuando recibes un bonito regalo de la vida, no te olvides de él. Agradece y sonríe. Por que Jesús se alegrará de ver tu sonrisa. Dime, ¿confías en Él? ¿Confías en quien dio su vida por salvar la tuya y que hoy resucita en tu corazón como agua viva? La paz del espíritu nace de acuerdo a la fe que lata en tu corazón. 

La muerte de Jesús nos dio vida eterna. 
Que tu paz nos haga más fuertes, señor.